miércoles, 18 de marzo de 2009

CAPÍTULO 3: LLEGADA A FALDON REST (8ª parte)

Bridget había aprovechado los sobresaltos por los ronquidos de Akane para saltarse el toque de queda y salir de la habitación y de la Casa Nidelty. Sus encuentros apenas empezaron al final del curso pasado. Estaba terminantemente prohibido bajar a las mazmorras, pero con Él todo era posible y excitante. No podía escapar del particular y misterioso olor de su cuerpo, caliente y denso. Bridget prefería evitar usar ningún hechizo de aparición, prefería sentir la adrenalina bajo sus pies mientras bajaba las escaleras del castillo sigilosamente, atenta y prevenida ante la aparición inesperada de algún guardián o profesor. Conforme se acercaba a las mazmorras su corazón se aceleraba, habían pasado todo el verano sin verse y el rápido reencuentro en el tren fue suficiente para que esta noche fuera especial.

El acceso a las mazmorras era complicado así que Él había construido una puerta secreta en uno de los pasillos de la planta baja de Faldon. Solo era visible a los ojos de Bridget y estaba situada de forma estratégica bajo uno de los cuadros de las paredes del viejo castillo. Una vez delante de la puerta invisible, Bridget susurró en voz bajita “apertus visiblis” provocando que la puerta se abriera y ante ella una estrecha escalera de caracol que bajaba al subsuelo.

Ya casi había llegado, una de las celdas ahora se había convertido en un perfecto y acogedor habitáculo, sostenido en la penumbra por la luz de las velas que levitaban acariciando el aire, por la infinidad de mantas que cubrían el suelo y por las espesas y suaves telas que abrazaban la estancia. Él apareció justo en el momento que Bridget llegaba corriendo. Acelerada se sumergió en sus brazos, sin hablar, no hacia falta, esta noche solo quería estar con Él, sentía que le pertenecía, todo en Él provocaba su atracción. Siempre tenia las palabras exactas, acertadas…y en ocasiones, no muy recomendadas para menores de edad.

La pared de la habitación estaba fría, incluso podía sentirla apoyada en ella sobre las gruesas telas que la cubrían, sostenida solo por sus brazos y el aliento dulce de su boca que no paraba de susurrar deseos…”deja que pueda traer alivio a tu boca, esta noche…y no desaproveches los asaltos de deseo que siento cada vez que te miro, que te hablo, cada vez que te tengo cerca y no puedo acariciarte siquiera una mejilla…déjate llevar por este rapto carnal, que nos funde, que nos atrae, que nos alimenta…”

Horas mas tarde, cuando Bridget regresó a su cuarto la situación no había cambiado mucho, Akane seguía succionando el aire y definitivamente era la “reina de los condenados al insomnio”, Vera se había vendado literalmente ojos y orejas con una cinta roja, quizás arrancada de las cortinas de su dosel mientras que Nadine prefería hundir su cara bajo la almohada. Ninguna de las dos tenía pinta de haber conseguido dormir demasiado y por desgracia, no iban a ser las únicas. Tendremos que hacer algo con Akane o en una semana seremos zombies…. – pensó ,resignada por esa noche.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias especiales, ahora y siempre, a bunbury por su inestimable inspiracion.

Anónimo dijo...

Los arrebatos nocturnos son....
excitantes

Ender Wiggins dijo...

[modo friki on]
¿Akane?
[modo friki off]

Anónimo dijo...

No, si ya decía yo que Akane ocultaba algo!

Gema dijo...

Ehhhh¡¡¡!!!

NH dijo...

Ahola, tienes que traducime esos comentarios tuyos porque no sé si es porque te gusta, porque te lías, porque el café estaba demasiado caliente... no sé... me pierdo, por qué no haces un link y me lo explicas?
jajaja