viernes, 20 de marzo de 2009

CAPÍTULO 4: LAS CLASES (1ª parte)

Nadine necesitaba despejarse, se despertó tan pronto que decidió ir al bosque a correr y a ver a Benji. Aún no había terminado de amanecer, el viento nocturno había alejado las nubes dejando algún rastro diseminado y no podía avistar del todo el bosque. Parecía amenazador, oscuro y no se estaba quieto. Los millones de hojas de los árboles murmuraban meciéndose en el viento.

- Calma – susurró Nadine acariciando el tronco de un árbol.

Había árboles muy antiguos y resultaban espectrales en la semioscuridad del amanecer.

- Sois perfectos para asustar a la gente – dijo en voz alta. “Mejor así, cuanta menos gente venga, mejor”.

Nadine comenzó a llamar a Benji abriéndose paso con lentitud dentro del bosque. Migajas de luz se filtraban hasta el suelo y las hojas secas crujían a su paso.

- ¡Por fín! ¡aquí estás! – se agachó al encontrar al lince - ¿dónde estabas? ¿por qué te has metido tan adentro eh?

Acarició el lomo del animal con suavidad y oyó un ruido no muy lejos. Era un gruñido suave. Dirigió su mirada en la dirección de la que provenía, sus ojos se habituaron a la leve oscuridad pero no vio nada. Por precaución se dio la vuelta para volver a Faldon. Sonrió al pasar al lado del árbol que había acariciado al entrar.

- Ves – dijo – con un poco de calma se curan mejor las heridas.

Volvió a pasar los dedos con suavidad por un corte que se le había hecho al árbol con un objeto cortante de gran tamaño y a medida que los retiraba el corte cicatrizaba y se cerraba. Salió del bosque y comenzó a correr en dirección al castillo, si no se daba prisa se perdería el desayuno.

Alguien la observaba correr desde la copa de un árbol. Edward se había enfadado cuando el lince lo interrumpió en la caza, solo pretendía darle un susto y que no se acercase a él la próxima vez que se adentrara en el bosque. Era un animal demasiado pequeño para poder alimentarse y no habría servido de nada matarlo, pero un susto no le habría venido mal, entonces, apareció esa niña y volvió a ser interrumpido, no pudo evitar gruñir y deseó asustarla también a ella pero se quedó en lo alto del árbol observándola.

Le sorprendió que anduviese con tanta tranquilidad después de haber oído su gruñido. Sí, había sido suave, pero lo suficiente para que se hubiese asustado, todos se asustaban al oír esos ruidos, y más si estaban solos, pero ella no lo hizo. Entonces vió cómo acariciaba al árbol y lograba que se cerrara la herida.

¿Quién era esa chica? ¿Qué hacía en Faldon?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Who's that girl?

Anónimo dijo...

It's a material girl

Gema dijo...

Ehhh¡¡!!!!!

NH dijo...

Vamos a ver, Ahola ¿no te dije en el anterior post que te explicases cuando haces esos comentarios que no te entendemos?

Gema dijo...

Es la expresion que se le ha quedado a Edward despues de que curaras la herida del arbol¡¡¡!!!!!
PD.- La proxima vez pondre subtitulos a los comentarios...