viernes, 27 de marzo de 2009

CAPÍTULO 4: LAS CLASES (4ª parte)

Se encaminaron hacia el aula de Historia de la Magia, el padre de Nadine no debía haber llegado porque veía desde lejos que los alumnos entraban y salían continuamente “¡qué extraño mi padre es muy puntual!” y antes de acabar el pensamiento lo vio llegar corriendo a lo lejos con su maletín en una mano y un montón de papeles en la otra. Nadine se apartó a un lado para poder saludarlo.

- Hola.

- Hola hija, ¿qué tal tu primera noche en el colegio?

- Bueno, no descansé demasiado, una de mis compañeras ronca bastante – dijo riéndose, su padre también roncaba pero él no lo admitía, lo suyo era respiración fuerte.

- ¿Has ido ya al bosque? – preguntó Rupert en un susurro.

- Sí – contestó Nadine en el mismo tono y mirando a su alrededor – parece tranquilo, no entiendo la prohibición.

- Entra ya, no vaya a ser que piensen que te llevas bien conmigo – dijo Rupert.

Nadine entró buscando un sitio en el qué sentarse. Sólo había un asiento libre y quien se sentaba al lado no era ninguna de sus compañeras de habitación. Vera estaba sentada con la única chica del equipo de Quidditch de Nidelty. Reconoció de espaldas a Bridget y Akane que se sentaban juntas en el último pupitre, justo delante de ellas estaban los gemelos Pattinson. Nadine miró furtivamente a Edward mientras caminaba por el pasillo y advirtió que según pasaba se le tensaron los músculos del antebrazo y apretaba un puño, su hermano giró la cabeza hacia él y le murmuró algo al oído pero Edward no se relajó por lo que Nadine siguió andando mirando al suelo hasta que llegó al pupitre libre que, por casualidad estaba delante de la mesa de los gemelos y se sentó.

- Eh, hola. Soy Neville Livingstone, ¿tú eres Nadine?

- Sí – contestó Nadine. Sabía que no tenía que sentirse cohibida pero la mirada que notaba que se le estaba clavando en la nuca se lo impedía.

- ¿Te ocurre algo? – preguntó Neville.

- No, ¿por qué?

- Por que te estaba preguntando qué tal se te da la Historia.

Nadine sintió que las orejas le ardían, no sabía qué era peor, si que la odiasen nada más verla o que la considerasen una idiota, seguro que los gemelos habían oído la pregunta de Neville.

- No se me da mal, pero hay veces que me da dolor de cabeza – contestó mientras se prometía a sí misma que no prestaría atención a los ojos que la miraban.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ains.... neville como has cambiado... jijiji

Gema dijo...

Tiene que ser raro, eso de que tu padre te de clase¡¡¡!!!