lunes, 8 de junio de 2009

CAPÍTULO 7: LOS TUTORES PERSONALES (5ª parte)

A la mañana siguiente Nadine se despertó temprano y ante la perspectiva que le esperaba aquel fin de semana se revolvió en las sábanas.

- ¿Qué te pasa? – preguntó Akane.

- ¿Te desperté? – preguntó Nadine incorporándose sobresaltada.

- No. No he dormido muy bien. Tengo el presentimiento de que voy a recibir visita este fin de semana.

- ¿Quién?

- Mi tutor. Estoy segura que le han dicho lo de mis notas.

- ¿Tan malas han sido? Puedo ayudarte si quieres.

Akane no contestó y Nadine no quiso presionarla, así que se levantó y después vestirse salió del dormitorio. Akane la imitó después de dar comprobar que dar vueltas en la cama no surtía efecto para poder conciliar el sueño y la encontró mirando a través de las ventanas de la sala común.

- Está lloviendo – dijo apáticamente Nadine.

- No creo que podamos salir este fin de semana así que, deberías dejar de mirar por la ventana.

- Lo sé.

- Saqué un 1 en vuelo –comenzó a hablar Akane -. Nunca se me ha dado bien y este verano Ambros contrató a un terapeuta para que perdiese el miedo a volar, pero no ha servido de nada.

Nadine asentía en silencio, entonces miró hacia la puerta de la sala común porque se había abierto y se quedó pasmada. Había un hombre joven, alto, moreno y muy guapo que se las quedó mirando. Akane se dio la vuelta y también lo vio.

- Hola Ambros – saludó -. Esta vez has madrugado mucho ¿no?

- Hola – y alargó la mano esperando que Akane le entregara algo, cosa que hizo.


Historia de la Magia: 7
Protección Magia Oscura: 5
Tarot y Numerología: 5
Vuelo: 1
Botánica: 6
Lógica Mágica: 6
Transformación: 4
Salud Ambiental: 4
Educación Juegos Mágicos: 5
Química Pocimal: 6
Adivinación: 5

Nota Media: 4,9

- ¿Qué ha pasado? – preguntó Ambros devolviéndole las notas.

- Mejor hablamos fuera – y señaló la puerta -. ¿Recuerdas al terapeuta que contrataste este verano? – preguntó una vez que habían salido de la casa común -. Debería devolverte el dinero, no ha servido de nada.

Ambros asintió primero y habló después:

- Y con las otras dos ¿qué ha pasado?

Akane no dijo nada y se limitó a encogerse de hombros.

- ¿Encontraste ya a alguien que te ayude?

- No. Nadie se ha ofrecido voluntario.

- ¿Por qué no me extraña? – contestó Ambros mientras comenzó a pasear por el castillo-. Quedamos que este año te esforzarías más en relacionarte con la gente. ¿Quién era esa chica con la que hablabas?

- Una de mis compañeras de cuarto.

- ¿Qué tal con ellas? ¿Te han dicho algo de los ronquidos?

Akane se sonrojó y bajo la cabeza.

- Ya veo que sí – sonrió -. ¿Me las presentarás?

- Si quieres…

Decidieron seguir paseando hasta que llegase la hora del desayuno y Ambros pudiera conocer a las compañeras de Akane.

2 comentarios:

Gema dijo...

A eso llamo yo un "buen tutor"...

Unknown dijo...

jajajaja...con todo lo borde que es Akane y vaya pedazo de tutor!