viernes, 26 de junio de 2009

CAPÍTULO 8: DE ESTA NO TE ESCAPAS (2ª parte)

Nadine no podía creer que Edward hubiese ido al bosque. Entró decidida a encontrarlo y enfrentarse a él, por su culpa llevaba todo el fin de semana encerrada en el castillo, y él sin embargo era libre de hacer lo que quisiera. “¿Cómo se atreve?”. Cuando entró en el bosque todo estaba en calma, no vio movimiento extraño. De repente apareció una pequeña gacela que se sobresaltó ante la presencia de un centauro. Los pájaros que había en los árboles también salieron volando batiendo las alas ruidosamente. Nadine recordó el sueño que había tenido hacía más de una semana. Una necesidad de salir del bosque se apoderó de ella, pero, en lugar de ello, levantó la mano derecha y sin decir ninguna palabra los árboles comenzaron a agitarse, el centauro habló:

- Vuelve al castillo niña, tus poderes con los árboles no te ayudarán.

Nadine bajó la mano y los árboles dejaron de agitarse. Decidió dar media vuelta, ya conseguiría hablar con Edward en el castillo. Una vez que se había alejado lo suficiente, Edward y Jasper aparecieron a ambos lados del centauro.

- No me habíais dicho que había una bruja de bosques – comentó el centauro.

- ¡Claro! ¡era eso! – exclamó Edward.

- Va a ser difícil mantenerla alejada del bosque – afirmó Jasper.

- Ya me ocuparé yo – contestó Edward-. Volvamos dentro Euren, dudo que hoy se vuelva a acercar.

Nadine se cruzó con Akane y con Alan en el vestíbulo del castillo.

- ¿Dónde vais? – preguntó Nadine.

- Al lago a chapotear – dijo Alan, y antes de que Akane dijera algo la agarró del brazo izquierdo y la arrastró fuera -. No protestes, date prisa que va a llover.

- ¿Y qué más te da si vas a estar mojado? – preguntó Akane.

- No soporto caminar por barrizales.

- Igualito a mi tutor.

Alan la miró pero no le dijo nada.

- ¡Bola va! – gritó James y Alan se agachó a tiempo para que la pelota no le diera en la cabeza -. Perdona tío – se disculpó James aterrizando con su escoba – no sé qué le pasa a Oliver, cuando está enfadado no calcula sus golpes.

- No pasa nada – contestó Alan y cogió la quaffle para dársela a James.

James voló hacia el campo de Quidditch.

- Oliver tío, contrólate, casi le arrancas la cabeza a alguien.

- ¡Déjame en paz! – gritó Oliver.

- ¿Pero se puede saber qué te pasa? – preguntaron Tom y Roger.

- Nada – gritó – seguid jugando.

El entrenamiento fue muy duro y cuando Vera caminaba hacia Nidelty escuchó una especie de cántico en una lengua que no conocía. Frenó y siguió escuchando, pero Bridget apareció por detrás e hizo que perdiese la concentración.

- ¿Qué haces aquí parada? – preguntó Bridget.

- Escuchar – contestó Vera.

- ¿El qué? Yo no oigo nada.

- Es que yo… digamos que yo…en resumen, tengo un oído muy fino – contó Vera.

- ¿Cómo de fino? – Bridget sabía que había algo especial detrás.

- Pues… digamos que puedo escuchar a un kilómetro y medio de distancia.

A Bridget se la abrieron los ojos como platos, pero no por el poder de Vera, sino por el temor de que la hubiese escuchado en alguno de sus encuentros con Él.

4 comentarios:

Manuel dijo...

Eso de oír a un kilómetro y medio de distancia es muy útil cuando dejas en casa el ipod en casa.

Manuel dijo...

Ein?, ups, ¿casa y casa?, será una segunda vivienda.

Gema dijo...

Vaya, me ha impresionado con eso del kilometro y medio de distancia... Y yo que me conformo con no tener que escuchar chorradas todos los dias¡¡¡!!!

Unknown dijo...

duczen, en la parte de la derecha tienes una guia de Faldon, dentro de los personajes quizas en cuentres respuestas.

Nidelty es como Griffindor en Harry Potter.