viernes, 18 de septiembre de 2009

CAPÍTULO 11: ALARMA (7ª parte)

La noche era fría y oscura. Todo estaba en una aparente calma. La luna flotaba en el cielo proyectando reflejos nacarados sobre el castillo. El ruido que provocaba el viento entre la vegetación del jardín y de bosque inundaba el aire. A pesar de eso, Vera se sentía cómoda.

- ¿Cómo estás? – preguntó Oliver con un tono irregular en su voz.

- Ahora que está todo calmado mucho mejor – contestó Vera mirando al frente.

- Vera… - comenzó Oliver.

- ¿Sí?

- Prométeme que tendrás cuidado con lo que haya fuera – pidió el chico.

- Lo haré - prometió con una sonrisa.

Oliver se acercó a ella con una sonrisa traviesa que le hizo contener el aliento.

- No hemos tenido tiempo de hablar de nosotros – dijo Oliver.

- No ha habido mucho tiempo para ello –musitó Vera -. ¿Qué te pasó? ¿Cómo le dio semejante arrebato al capitán de Nidelty?

- Pues… no sé. Ha sido algo extraño, supongo que empezaste a impresionarme en las pruebas de Quidditch – relató mirando el campo -. El caso es que cuando me di cuenta, me ponía celoso al verte con Percy. ¿Y tú? – le preguntó mirándola con una sonrisa dibujada en la boca.

- Bueno… a ver cómo te lo explico – contestó Vera alzando las cejas -. La verdad… es que siempre me has gustado.

- ¿Yo? – preguntó Oliver sorprendido -. Pues nunca lo sospeché.

- ¿Le has dicho algo a mi hermano? – preguntó Vera alarmada.

- ¿Bromeas? No quiero morir tan joven – bromeó -. Es mejor que no lo sepa. Todavía. ¿Se lo has dicho a alguien?

- No – se apresuró a contestar -. Mis compañeras de cuarto saben que me gustas pero nada más – siguió mientras notaba que se ruborizaba.

- El rubor de tus mejillas es adorable.

Oliver se inclinó hacia ella y Vera se estremeció cuando él deslizó sus manos con suavidad por el rostro y el cuello de Vera. Ella no habría sido capaz de moverse aunque hubiese querido. Oliver la besó y enredó las manos en su pelo. A Vera le latía el corazón con fuerza. Él se separó de ella y sin sacar sus manos del pelo de ella murmuró.

- Será mejor que volvamos.

- No quiero – protestó Vera.

Oliver rió.

- Nos vamos a ver todos los días.

- Bueno – contestó enfurruñada.

Los dos subieron al castillo y entraron en la sala común de Nidelty que ya estaba vacía. Todo el mundo se había ido a sus cuartos por lo que se despidieron con un beso y subieron cada uno a su dormitorio. Al entrar en su habitación, Vera comprobó que sus tres amigas estaban dormidas. Nadine por todo lo vivido se movía continuamente, Bridget, por el cansancio del viaje, se había quedado frita con la ropa puesta, y Akane, se abrazaba a una almohada. Vera dejó preparado todo para el día siguiente y se acostó.

8 comentarios:

Unknown dijo...

el rubor de tus mejillas es adorable...Que bonito!!!

SueEllenRV dijo...

estas niñas están un poco ñoñas ¿no?
yo quiero guerraaaaaaaaaaaa

Anónimo dijo...

pues si que están ñoñas!!!!
enseñad una teta o algo así

Anónimo dijo...

blackberry estas lenta
has tardado mucho en sonar

NH dijo...

te quiero Edwarddddddddddd

Edward P dijo...

te quiero Nadineeeeee

Anónimo dijo...

ÑOÑOSSSSSSSS
IROS A UN HOTEL!!!!

Gema dijo...

Bueno a esperar que pasa "mañana"...