Vera encontró a Percy en la torre de astronomía.
- Hola – saludó Vera tímidamente - ¿Qué haces aquí? ¿es por la vista?
- Hola Vera – contestó con aire melancólico -. Sí, las vistas son estupendas.
- Tenemos que hablar Percy.
- Lo sé, lo sé. También sé lo que me vas a decir – afirmó el chico.
- ¿Sí? Entonces ¿por qué lo hiciste?
- Nunca te has metido innecesariamente conmigo – comenzó a hablar mientras se puso enfrente de ella -, siempre me trataste como a uno más y… supongo que con el tiempo… has terminado gustándome – terminó diciendo mientras miraba al suelo.
- ¡Vaya! – exclamó Vera -. No tenía ni idea. Sabes que para mí eres un amigo ¿verdad?
- Sí – contestó resignado.
- Aparte de un profesor particular estupendo.
- Sí, tienes razón. Te dejaré en paz de momento – bromeó Percy.
Vera se sintió mejor después de aclarar las cosas con Percy. Sólo le quedaba hablar con Oliver, pero ¿cómo? No pudo estudiar demasiado e hizo que nadie a su alrededor lo consiguiese.
- Vera ¡cállate! – le ordenó Akane.
- Lo siento, pero no puedo evitarlo – se disculpó – pero no sé qué hacer. ¿Qué le digo?
- Que eres tonta – le contestó Akane.
- ¡Oye! – protestó Vera
- Es que lo eres, piensa antes de hablar, a mi me da tiempo ¿sabes?
Vera le tiró un libro a la cabeza.
- ¡Señoritas! ¿se puede saber qué hacen? – preguntó el profesor Finch.
- Se me resbaló el libro – mintió Vera.
- Claro, y terminó en la cabeza de su compañera ¿verdad?
- Si señor, se le ha resbalado, estaba practicando un hechizo de movimiento – justificó Akane.
- Este no es el sitio para ello señorita Gram.
- No señor – contestó Vera -. Gracias – le dijo a Akane cuando el profesor Finch se alejó.
- Cállate un rato y no me lo tendrás que agradecer.
- Vale ¿qué vais a hacer en Navidad? – preguntó Vera.
- ¿Pero no le habías dicho a Akane que te callarías? –protestó Nadine.
- Perdón.
- Supongo que las pasaré en Brentwood con mi padre y mi tío Fraser – dijo de pronto Nadine.
- Aquí hacemos una fiesta antes de irnos – le dijo Bridget.
- Así no hay quién pueda – protestó Akane levantándose – me voy a estudiar en silencio ¡cotorras!
- Señoritas – otra vez era el profesor Finch – si no se callan las castigo.
Vera, Nadine y Bridget bajaron la cabeza y en cuanto el profesor se fue, comenzaron a hablar en susurros.
- Entonces… ¿hablarás con Oliver? – preguntó cautelosamente Bridget – Me tenéis los dos la cabeza loca. Necesito un descanso.
- Que sí pesada. Lo haré después del entrenamiento.
- Hola – saludó Vera tímidamente - ¿Qué haces aquí? ¿es por la vista?
- Hola Vera – contestó con aire melancólico -. Sí, las vistas son estupendas.
- Tenemos que hablar Percy.
- Lo sé, lo sé. También sé lo que me vas a decir – afirmó el chico.
- ¿Sí? Entonces ¿por qué lo hiciste?
- Nunca te has metido innecesariamente conmigo – comenzó a hablar mientras se puso enfrente de ella -, siempre me trataste como a uno más y… supongo que con el tiempo… has terminado gustándome – terminó diciendo mientras miraba al suelo.
- ¡Vaya! – exclamó Vera -. No tenía ni idea. Sabes que para mí eres un amigo ¿verdad?
- Sí – contestó resignado.
- Aparte de un profesor particular estupendo.
- Sí, tienes razón. Te dejaré en paz de momento – bromeó Percy.
Vera se sintió mejor después de aclarar las cosas con Percy. Sólo le quedaba hablar con Oliver, pero ¿cómo? No pudo estudiar demasiado e hizo que nadie a su alrededor lo consiguiese.
- Vera ¡cállate! – le ordenó Akane.
- Lo siento, pero no puedo evitarlo – se disculpó – pero no sé qué hacer. ¿Qué le digo?
- Que eres tonta – le contestó Akane.
- ¡Oye! – protestó Vera
- Es que lo eres, piensa antes de hablar, a mi me da tiempo ¿sabes?
Vera le tiró un libro a la cabeza.
- ¡Señoritas! ¿se puede saber qué hacen? – preguntó el profesor Finch.
- Se me resbaló el libro – mintió Vera.
- Claro, y terminó en la cabeza de su compañera ¿verdad?
- Si señor, se le ha resbalado, estaba practicando un hechizo de movimiento – justificó Akane.
- Este no es el sitio para ello señorita Gram.
- No señor – contestó Vera -. Gracias – le dijo a Akane cuando el profesor Finch se alejó.
- Cállate un rato y no me lo tendrás que agradecer.
- Vale ¿qué vais a hacer en Navidad? – preguntó Vera.
- ¿Pero no le habías dicho a Akane que te callarías? –protestó Nadine.
- Perdón.
- Supongo que las pasaré en Brentwood con mi padre y mi tío Fraser – dijo de pronto Nadine.
- Aquí hacemos una fiesta antes de irnos – le dijo Bridget.
- Así no hay quién pueda – protestó Akane levantándose – me voy a estudiar en silencio ¡cotorras!
- Señoritas – otra vez era el profesor Finch – si no se callan las castigo.
Vera, Nadine y Bridget bajaron la cabeza y en cuanto el profesor se fue, comenzaron a hablar en susurros.
- Entonces… ¿hablarás con Oliver? – preguntó cautelosamente Bridget – Me tenéis los dos la cabeza loca. Necesito un descanso.
- Que sí pesada. Lo haré después del entrenamiento.
1 comentario:
Bueno¡¡¡!!!! Ya pensando en la Navidad??¿¿¿
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