Cuando Vera se dirigía al campo de entrenamiento se encontró con Percy. Tenía la sensación de que la había estado esperando.
- Hola Vera.
- Hola ¿qué tal?
- Ahora tienes los entrenamientos ¿verdad?
- Sí, me dirigía allí.
- ¿Mya no va contigo? – preguntó sorprendido Percy.
- No, Oliver me dijo que fuera antes para enseñarme las reglas del equipo.
- Ah…te acompaño al estadio., por cierto, más tarde me dirán cuáles serán vuestros castigo por pillaros borrachas anoche, ¿cómo pudisteis?
- ¡Mierda! Se me había olvidado. ¿No sabrás de qué se trata verdad?
- No, en cuanto sepa algo te lo digo.
- Vale. Ojalá que no me quite mucho tiempo – se lamentó Vera pensando más en los entrenamientos que en todos los trabajos que ya tenía que hacer.
- Si necesitas ayuda puedes contar conmigo – se ofreció Percy.
- Gracias.
Cuando llegaron al estadio Oliver estaba esperando a Vera. “¿Qué hace éste con Vera?” pensó mientras miraba a Percy con desprecio.
- Hola Vera – saludó Oliver. Después se giró hacia Percy y le dijo con arrogancia - ¿tú que haces aquí? ¿no dices que el Quidditch es un deporte de engreídos?.
- No es asunto tuyo y háblame con respeto que soy tu delegado.
- Sí claro. No has contestado a mi pregunta.
Percy sintió que se le hinchaba el pecho porque había logrado molestar a Oliver. “¿Será por Vera? No creo, nunca le interesó ¿no?”, y se desinfló con mayor rapidez con la que se infló.
- Calmaos chicos – terció Vera. Tenía la sensación de estar en medio de una pelea de gallos –. Nos vemos después Percy.
- Sí, será lo mejor – contestó Percy -. Hasta luego.
Percy se marchó y Oliver no apartó su mirada de él hasta que desapareció por completo.
- ¿Por qué te acompañaba Percy? ¿no te sabes el camino?
- Cosas nuestras, además es mi amigo así que te agradecería que no te metas con él delante de mí.
Oliver se quedó helado y no supo qué contestar por lo que se limitó a ir en silencio a los vestuarios. Le explicó las reglas del equipo. A ella le costaba concentrarse en lo que le contaba, ¿había sido muy dura al pedirle que no se metiera con Percy?
El tiempo pasó rápido. James y Tom entraron hablando de jugadas del año anterior.
- ¡Vera ya estamos aquí para salvarte! – gritó Tom alegremente.
- ¿Ha sido duro? ¿has podido soportarlo? – preguntó James con sorna.
- ¡Dejadlo ya! – dijo Oliver de mal humor, definitivamente Percy lo había cabreado – Poneos ya la ropa de entrenamiento, tenemos mucho que hacer – ordenó y después se dirigió de nuevo a Vera - ¿lo entendiste todo?
- Sí, sin problemas – contestó Vera mientras se dio cuenta de que Percy había enfadado a Oliver, pero ¿por qué? – Eres un buen profesor.
El entrenamiento no fue duro, se limitaron a practicar lanzamientos y a recordar jugadas del año anterior. Cuando regresaron al castillo Percy esperaba a Vera.
- ¿Y éste a qué viene? – preguntó James
- A por tu hermana – contestó Oliver.
Vera se despidió del equipo y se acercó a Percy.
- ¡Vera! Ya sé de qué se trata el castigo.
- ¿De?
- Tendreis que resumir un libro para la profesora Cooper. “El principio de la unión de los números y la magia”
Vera resopló ante la idea, odiaba esa asignatura y odiaba a la profesora Cooper.
- Hola Vera.
- Hola ¿qué tal?
- Ahora tienes los entrenamientos ¿verdad?
- Sí, me dirigía allí.
- ¿Mya no va contigo? – preguntó sorprendido Percy.
- No, Oliver me dijo que fuera antes para enseñarme las reglas del equipo.
- Ah…te acompaño al estadio., por cierto, más tarde me dirán cuáles serán vuestros castigo por pillaros borrachas anoche, ¿cómo pudisteis?
- ¡Mierda! Se me había olvidado. ¿No sabrás de qué se trata verdad?
- No, en cuanto sepa algo te lo digo.
- Vale. Ojalá que no me quite mucho tiempo – se lamentó Vera pensando más en los entrenamientos que en todos los trabajos que ya tenía que hacer.
- Si necesitas ayuda puedes contar conmigo – se ofreció Percy.
- Gracias.
Cuando llegaron al estadio Oliver estaba esperando a Vera. “¿Qué hace éste con Vera?” pensó mientras miraba a Percy con desprecio.
- Hola Vera – saludó Oliver. Después se giró hacia Percy y le dijo con arrogancia - ¿tú que haces aquí? ¿no dices que el Quidditch es un deporte de engreídos?.
- No es asunto tuyo y háblame con respeto que soy tu delegado.
- Sí claro. No has contestado a mi pregunta.
Percy sintió que se le hinchaba el pecho porque había logrado molestar a Oliver. “¿Será por Vera? No creo, nunca le interesó ¿no?”, y se desinfló con mayor rapidez con la que se infló.
- Calmaos chicos – terció Vera. Tenía la sensación de estar en medio de una pelea de gallos –. Nos vemos después Percy.
- Sí, será lo mejor – contestó Percy -. Hasta luego.
Percy se marchó y Oliver no apartó su mirada de él hasta que desapareció por completo.
- ¿Por qué te acompañaba Percy? ¿no te sabes el camino?
- Cosas nuestras, además es mi amigo así que te agradecería que no te metas con él delante de mí.
Oliver se quedó helado y no supo qué contestar por lo que se limitó a ir en silencio a los vestuarios. Le explicó las reglas del equipo. A ella le costaba concentrarse en lo que le contaba, ¿había sido muy dura al pedirle que no se metiera con Percy?
El tiempo pasó rápido. James y Tom entraron hablando de jugadas del año anterior.
- ¡Vera ya estamos aquí para salvarte! – gritó Tom alegremente.
- ¿Ha sido duro? ¿has podido soportarlo? – preguntó James con sorna.
- ¡Dejadlo ya! – dijo Oliver de mal humor, definitivamente Percy lo había cabreado – Poneos ya la ropa de entrenamiento, tenemos mucho que hacer – ordenó y después se dirigió de nuevo a Vera - ¿lo entendiste todo?
- Sí, sin problemas – contestó Vera mientras se dio cuenta de que Percy había enfadado a Oliver, pero ¿por qué? – Eres un buen profesor.
El entrenamiento no fue duro, se limitaron a practicar lanzamientos y a recordar jugadas del año anterior. Cuando regresaron al castillo Percy esperaba a Vera.
- ¿Y éste a qué viene? – preguntó James
- A por tu hermana – contestó Oliver.
Vera se despidió del equipo y se acercó a Percy.
- ¡Vera! Ya sé de qué se trata el castigo.
- ¿De?
- Tendreis que resumir un libro para la profesora Cooper. “El principio de la unión de los números y la magia”
Vera resopló ante la idea, odiaba esa asignatura y odiaba a la profesora Cooper.
1 comentario:
Solo espero que el libro no tenga mas de 1000 paginas... Ademas trata de numeros¡¡¡!!!
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